¡Lo que me inspira!

martes, 24 de agosto de 2010

Mi Señor


Por que solo en la negra noche mis sueños existen, confió en la guía de mi señor para sortear los peligros que en ella estén. Se que al retornar a la luz del nuevo día, él lograra hacer que se materialicen mis sueños e ilusiones.

Nada me faltara si en él confió, nada me lastimara si en su amor me refugio, no tendré dudas en mi corazón si en su sabiduría descansó. Por que solo se que después del mal tiempo, después de la tormenta que desgarro mis alas, después del dolor que me produjo el caer de las alturas, en sus manos, cual pequeño gorrión herido, encontré mi salvación.

No poseo ya miedo alguno a la muerte, por que se que a pesar de que mi cuerpo en valles de oscuridad se pierda, mi alma a lado de mis señor brillara con luz y calidez eterna, se que en él encontrare la vida eterna, y en él encontrare la paz a mi cansado andar.

Nada sobra ya en mi corazón, por que la ira y odio que alguna vez le ocupo y enveneno, dejo su espacio para colmarse de amor, nada sobra ya en mi alma, porque todo el rencor así como memoria dolorosa se han desprendido de ella, he olvidado en el infinito amor de mi señor, todo aquello que me remordía y afligía. ¡Al fin soy libre!, ¡Al fin es libre mi corazón!

Por que solo en la negra noche mis sueños existen, son prueba de que mi señor me entrego:

Una luz en la oscuridad, belleza en la monstruosidad, y esperanza en la perdición, no hay espacios sin su presencia, no hay tenebrosidad sin su alba, y hasta en el punto más negro de mi noche, mis sueños traen en su contenido la visión del paraíso.

En esta negra noche confió en tu guía mi señor, en esta negra noche en ti me refugio, con tu presencia veré el nuevo amanecer, protegido en tu regazo me colmaras de bendiciones y sin mal alguno librare mis obstáculos.

Albal-Camus  “AAM”

Ansiedad


De una extraña forma siempre me he sentido atrapado en dos mundos, como si no perteneciera a esta dimensión, como si sólo estuviera de paso cual caminante a través de un pueblo desconocido, sensación compleja que me asalta todos los días distrayéndome de mis tareas diarias, y por las noches me quita el sueño al hundirme en las más terribles pesadillas.

Nunca he podido explicar esta sensación de vacío y soledad, de incongruencia y desatino, de dolor y placer. Mi vida es como una batidora en la cual han sido integrados muchos elementos, difíciles de distinguir individualmente ya que su forma original ha sido transformada, y su intimidad ha sido corrompida al formar parte de un nuevo elemento único que sólo puede ser nombrado masa.

Mis sueños, mis metas, mis anhelos, mis miedos, mis deseos, mis gustos, mis triunfos, mis fracasos, lista interminable conformada de elementos tan diversos intangibles, reales, amorfos, que son explicados por los sabios como fenómeno de la vida, pero que encuentran en mi mente vacuidad absoluta por no representar absolutamente nada, carecen de explicación, carecen de sentido.

He pasado la mayor parte de esto que llaman vida, buscando solución a mis problemas, y respuesta a mis preguntas, pero sólo descubro que a cada paso que doy nuevas preguntas surgen, es como aquel mítico Monstruo que al momento de perder una cabeza daba por fruto dos más, día a día se pierden la poca razón que conservo en un mar de desconciertos.

Mis temores se avivan al contemplarme prácticamente a la mitad del camino de esta vida, miro a mi alrededor y netamente no puedo contemplar ningún logro satisfactorio que realmente justifique la inversión de tantos años de mi existir, veo con envidia el triunfo de mi amigo, sus logros, sus riquezas amasadas, y sus sueños encaminados por los ideales de la infancia.

Miro a mí alrededor y sólo pudo ver este cuerpo marchito esparcido cual semilla caduca sobre un gran campo de tierra fértil, es cierto el proverbio que recita que para un buen fruto se requiere de tierra fértil y semilla buena ¿qué soy yo? ¡No soy semilla buena! Ni siquiera logró identificar me ¿seré acaso hierba invasora? Creo a estas alturas ya nada importa.

Siempre creí que los sueños eran las alas de un futuro prometedor, que eran la justificación que mantenían a los corazones latiendo, que eran las estructuras sobre las cuales se materializaba la realidad, que eran la esencia del hombre mismo; Quizás para el resto del mundo si lo será, pero hasta el momento en mí no ha habido prueba alguna de su autenticidad.

Fracaso tras fracaso, golpe tras golpe, cada herida es más profunda, más dolorosa, incurable repleta de infección, ya no hay sangre en mis venas sólo queda el queroseno que hará arder un infierno, ya no hay oxígeno en mis pulmones sólo queda la fetidez de la inmundicia, ya no hay pensamientos en mi mente sólo visiones de muerte ¿a esto todavía se le puede llamar vida?

De entre todas mis dudas solamente conservó una, esa que se aferra a mí, esa que creó comparto con todo el resto de la población ¿cuándo será mi muerte? ¿Cómo será? ¿Tendré alguien que me lamente? A su debido tiempo obtendré las respuestas, y quizás todas mis demás dudas sean aclaradas en una nueva luz, en un nuevo comienzo quizás…

Lo que puedo afirmar es que llegado el momento si es que existe un Dios, si es que existe un Demonio, mis manos se encargarán de ahorcarles, mis uñas les desgarraran la piel y mis labios se deleitarán debiendo su sangre, ni odio será tal que no piensa dejar rastro alguno de su existencia, si es que hablaran suplicando redención mis oídos serían sordos, tal y como ellos me lo han demostrado en miles de ocasiones en esta vida.

Estoy cansado, frustrado, no quiero seguir así, a partir de hoy iniciare un nuevo camino, bajo un nuevo sol, bajo un nuevo ideal, sin la existencia del miedo, y sin odio a ti...