¡Lo que me inspira!

martes, 13 de marzo de 2012

Aire




Inhalo corriente vital que viaja centellante en las periferias de mi ser, contemplo sus chispeantes jugueteos entre hojas, nubes, y todo cuanto se deje seducir por su toque trascendente.

Alegría y regocijo,  de los días de primavera, donde ríos de albor dan vitalidad a peses multicolores que vacilantes se jalonean de las manos de quienes en tierra les prendan.

Furia de mi ser, de días de verano atroz, lava humeante que danza serpenteando en el horizonte, toque que abrasa la delicada piel, escamas rojas que se secan en la quietud.

Zozobra y sosiego,  de las noches de otoño, corriente fría que precipita la muerte desde las alturas donde antes vida fue,  festín  de sepia que nutre a la madre tierra.

Tristeza y dolor,  de las largas noches de invierno, donde cuchillas afiladas rebanan mi tacto, y roban de los nidos su calidez, humo blanco que seca planicies y cerros.

Corriente vital, capricho de la naturaleza, suave y sutil, salvaje y descarada, desde las alturas hasta las profundidades, te destiñes por tus extremos pero aferras en tus centros.

En ti flotan las alas de tus hijos, sostienes la barca y reino de un creador, inundas los cuerpos vivos,  y le das voz al poeta y a quienes en cantos enturbian tu cristalino ser. 

Llevas mensaje de creación y destrucción, sin ti poco existe en vida, en la profundidad de la nada te pierdes en la perfección de lo descomunal, lo efímero, lo desconocido.

Somos prisioneros de una esfera en la eternidad, de ella tu reinado creas, y sometes la vida a tu designio.  Nacemos con un primer trago, morimos con el último.

Divino ropaje que acaricia y da sensaciones mil, invisible pero constatable. Me arrodillo ante tu poder y grandeza,  calma esta sed insaciable de ti,  aliméntame un día más…