¡Lo que me inspira!

viernes, 25 de mayo de 2012

Señor del Altiplano


Señor del altiplano,  en tus dominios mi vida y mi futuro descansa.
Penacho blanco que engalana el cielo azul, bendiciones que nutren
las tierras de tu comarca.

Vigilas cual perro fiel a tu doncella inmaculada, señora clemente.
Sueño blanco de tiempos vetustos que fresco vive en las mentes.
¡Historia de amor verdadero!

De tu entraña el fuego de una pasión, de tu garganta el tremor,
de tu corona mato blanco de hielo; río que dispersas a tus pies,
agua fresca colmada de pureza.

Milenios en tus hombros descansan. Testigo tácito de la historia.
El nacimiento de un águila, su crianza y su despegue hacia el cielo,
¡Eso y más has presenciado señor!

Cinco mil cuatrocientas cincuenta y dos medidas para tu gloria;
margen límite de la liberación de tu rabia ciega en forma de fuego,
fuego destructor y de renovación.

Valiente guerrero de leyenda que el destino robara la vida de su amor.
De tu sacrificio, la misericordia de los dioses antiguos, y la inmortalidad. Montaña humeante Popocatépetl.

Tus temperos vigilan el sueño que te mantiene apacible; tu pueblo teme,  y guarda tu despertar violento. De dos ciudades un sólo nombre actual, ¿Llegaremos a ver un tercero sumado?

Ho Señor del altiplano mexicano,  difícil de concebir estas tierras sin ti, sigue vigilando desde las alturas el transcurso de nuestras vidas, pero, llegado el momento ¡Tennos piedad!