¡Lo que me inspira!

lunes, 20 de diciembre de 2010

Mi buen Amigo


Llegaste como cada año puntual a la cita. Anuncias tu llegada robando de mis rosales sus coloridos  mensajeros del amor, y con tus plantas  desnudas secas los verdes pastos de mi jardín, te cuelas en mis aposentos, marcas mis ventanas con tu aliento condensado, prefieres tomar distancia mientras  al fuego me acerco pero cuando me alejo vuelves a mi lado.

Me obligas a usar los ropajes más cálidos que poseo, y en ocasiones me arrojas en mi lecho enfermo por tu influencia, pero siempre logras calentar mi corazón ¡Mi gran amigo invierno!  Este año te doy la bienvenida con los brazos abiertos ¡Hay tantas cosas que quiero contarte!  Que no se por donde comenzar, pero ven acércate a mí deja que vea tu estampa que no veía desde nuestro último encuentro.

 ¡Soy un tonto! Ya lo sé, no tienes que recordármelo, todos los años siempre me lo dices, pero eres la única persona en quien confió entregar mis tristezas y alegrías ¿Por qué? Simple muy simple, matizas en el ambiente el dolor de mi corazón, conviertes al mundo en un lugar desolado y triste, me haces sentir acompañado en mi sentir, y a su vez resaltas los buenos momentos. 

Este año mis ojos perdieron de vista la luz de una hermosa estrella que mis cielos ilumino por tanto tiempo, una noche simplemente se precipito en la oscuridad del firmamento y dejó mi corazón solo y triste, mi rosa de piel tersa a sus prístinos rayos de luz esperaba entregarle dulces flores, pero aun en botón les tenia y no pudo hacerlo ya que el tiempo no le favoreció.

¡Hay mucha soledad desde su partida! El luminoso firmamento que compartió tantos años de existencia a su lado, ha comenzado a opacarse resintiendo su perdida, aun desprende fulgor pero temo que un día al igual que mi estrella simplemente desaparezca. Sigo sorprendido de cómo ocurrió todo, sin aviso, de forma casi instantánea ¿Culpables? No claro que no los hay, fue solo destino.

¡Sí lo sé muy bien! Hay tanto amor en el aire, he conocido a tanta gente hermosa que por momentos olvido todo el mal y el dolor que azotó mi corazón, he sido nombrado amigo, hermano, colega, y brazo de apoyo de tantos seres de luz en este año casi culminado, que esta noche que arribas es corta para contarte de cada uno de ellos, pero ya tendremos tiempo amigo, ya tendremos tiempo.

¡Estoy cansado!  Pero aun no puedo irme a dormir quiero aun seguir charlando contigo, quiero que sepas que mi corazón sigue flagelado por la traición de quienes me entregaron vida, aun no encuentro los motivos para perdonar y mucho menos para olvidar ¡Perdóname! Ya sé que es mi típica queja que escuchas año con año sin falta, sin modificación, sin novedad. 

¿Crees que soy ingenuo? ¡Dime en que estoy fallando! No puedo alzar el vuelo con estas alas que fabrique, no comprendo cómo es posible que otros tantos con menos plumaje surcan las alturas apenas perceptibles para mis ojos, aun sigo en este suelo deseoso de conocer las nubes, mi rabia aumenta con cada nuevo intento que me deja en el suelo con raspones y heridas por doquier. 

¡Perdona mi descortesía aun no te ofrezco nada! Sabes que mi vida a su debido tiempo la tendrás pero aun no, confórmate con estas lagrimas que cristalizas en mis mejillas y al mismo tiempo con esta alegría inmensa que explota en mi corazón ¡No! Sabes bien que no soy bipolar, es solo que esta época es así de contrastante, todos los seres que vivimos en esta tierra, nos atiborramos de lágrimas y risas con tu llegada.

Quiero darte las gracias por nuestra charla de año anterior, casi logras tomarme en tus brazos pero te demostré que aun soy fuerte ¿Sabes algo? Nunca he podido dejarte de admirar, quisiera ser como tú, de temple frio, inmutable para arrancar la vida, poderoso para someter al mundo, intempestivo, pero facultado para preparar la tierra para un nuevo renacimiento.

¡Casi lo olvidaba! Ya sabes que suelo divagar en nuestras charlas, no soy conciso y sé que te fastidio con tantas vueltas. Ya nació un nuevo integrante en mi familia ¡Te pido por favor no lo molestes! Déjale crecer y tomar fuerza aun es débil, quizás el próximo año te podrá conocer y te permitirá curtirle sus mejillas con tu frio toque, o engarrotarle los dedos ¡Últimamente lo has hecho mucho en mi!

No logro mantener mis ojos abiertos, creo ya hasta estoy desvariando en mi charla, no te detengo se que tienes mucho trabajo amigo mío, prosigue pues tu recorrido, sumerge este mundo en tu manto blanco, déjale saber mi sufrimiento, hazle sentir mis miedos, córtales la respiración con el aliento frio de mis fracasos ¿Por qué no? ¡Claro tienes mi venia! Arrebátales algo de lo que a mí me quito el destino, pero recuerda que también se me ha entregado tanto amor, que quisiera dejaras esa esperanza en sus corazones.

Quisiera que les dejaras ese deseo de reencontrarse con sus seres queridos, ese amor latiente por la vida, y el deseo de ser mejores personas ¡No ya sé que no eres tan poderoso! Solo duras un siclo, pero ya me encargare de charlar con nuestra amiga primavera, a ella también le tengo mucho por contar ¡No puedo decirte el que! Pero siéntete orgulloso por ser el único que dura dos años, eres el inicio y el fin, eres muerte y vida.

Invierno viejo amigo, dame las fuerzas para pasar por tu presencia con salud y fuerza, déjame ver la luz de la primavera, lleva al padre tiempo mis reclamos y pídele me mande nuevas buenas, por esta vez no tengo más por decir ¡Espero verte el próximo año! Empieza tu trabajo sin más retraso…






lunes, 13 de diciembre de 2010

Reflexión Matinal


Un día por la mañana mientras me encontraba solo, decidí prepararme una taza de café, una tarea cotidiana que no requiere de gran ciencia o esfuerzo, una trivialidad que millones a diario realizamos…

Poco a poco fui llenando la taza con agua fría, con la fuerza de mi mano abrí la puerta del microondas y deje posarse sobre un plato giratorio aquella taza azul que tanto me gusta, la sagacidad de un contador con su calculadora parecía estar en mí al momento de digitar el tiempo preferido sobre la blanca tez del panel de control.

La maravilla de la tecnología al servicio del hombre me dio por resultado una taza con agua caliente lista para mis necesidades, comencé por tomar una cuchara y hundirla en las profundidades tostadas de un recipiente de café, cargada a su máxima capacidad vio la luz de nueva cuenta y comenzó cual nube en plena lluvia a descargar su posesión.

El aroma que reventó al comenzarse la disolución simultáneamente entro en mis sentidos y en mi corazón, removiendo cada fibra de mi mente me hizo tener la revelación más profunda y descubrir lo sublime en lo trivial ¡la vida es como una taza de café caliente! La vida entera se puede representar en una taza de café sin importar: estatus, posición, credo, religión, sexo o edad.

Comienza con la concepción, elementos diferentes que se mesclan para dar paso a un nuevo ser,  de forma fusionada estos elementos que en su plenitud nos dan lo mejor de sus características, comienzan un agotamiento que puede ser a velocidades variadas y terminan con un inevitable fin ¡Desaparecer!

¡La vida es como una taza de café! Hay corazones calientes que pueden quemar la mano de cualquier ingenuo que les quiera poseer, hay corazones fríos que empobrecen la esencia de su existencia y desaíran a quienes le prueban, hay corazones tibios que pasan su existencia sin pena o gloria, existen por existir, fáciles de olvidar, hay corazones exactos precisos en su temperatura, precisos en su esencia difíciles de olvidar por la dicha que nos causan por la grata experiencia de poderles degustar.



Hay corazones obscuros, profundos y fuertes en toda su existencia, corazones que guardan cantidad inimaginable de secretos, amargos por naturaleza difíciles de degustar. Hay corazones que apenas se tiñen, transparentes en su cuerpo, débiles en carácter difíciles de percibir, carentes de emoción y apáticos. Hay corazones con hermosos color  marrón, con secretos ¡Es verdad! Pero posibles de indagar, de buen carácter, de buena esencia.

Hay corazones carentes de dulzura, hay otros tantos que pueden empalagar, muchos tantos con sabor preciso, y muchos más que esperan encontrarlo…

¡La vida es una taza de café! Pequeña o grande en su duración, de transición lenta o rápida según su degustación, repleta de momentos amargos y de otros tantos dulces, de momentos negros y turbios y otros tantos transparentes, cálido como el amor, frio como el miedo, bien ocupada sin dejar nada por disolver, o apenas agitada dejando tanto en el fondo por consumir,  tan variada en sabor y esencia cual existencia misma de la población mundial.

Mi vida es una taza de café y solo espero nunca vea su fin truncada ¡Como esta mala taza que vacío en la tarja de la cocina! Quizás otro día, quizás pronto ¡No lo sé! ¿Cuándo la trivialidad me volverá a sorprender?

lunes, 6 de diciembre de 2010

Expresión




Cuando Niño, vagando en la profundidad de mis miedos, salto a mi mente el destino inevitable de todo ser viviente ¡El morir! ¿Qué queda después de la muerte? ¿Qué legado es el que mantendrá mi recuerdo vivo en vidas ajenas? ¿Qué será lo que me garantizara la eternidad? Netamente no es justo que la vida tenga predilecciones con solo unos cuantos de elite: científicos, artistas, políticos, religiosos, y un largo contar de profesiones que poseyeron tantos afamados, que tras su partida aun continúan hoy en día presentes en este mundo.

¿Qué acción debo tomar para ser inmortal como ellos?
Pedí a la gracia divina me diera entonces el regalo de una voz cual ruiseñor, para así colmar los oídos de este mundo con un canto que rompiera el tiempo y espacio, pero en lugar de ello, me otorgo el desafino del graznido.

Pedí al poder creador me diera dedos magistrales, para con ellos romper el silencio colmando el viento de notas musicales a todo lo largo y ancho de este mundo, pero mis arrítmicas falanges nunca pudieron encontrar instrumento adecuado.

Pedí a los sueños aventuras épicas, para así en mi realidad fueran el material de relatos que crearan infinidad de ilusiones, mas nunca pude despegar la lógica en mi paso por los terrenos de Morfeo, y la trivialidad se hiso presente.

Pedí a la vida el poder de la creación, para recrear cuerpos de vivos en granito inerte y plasmar la naturaleza en terso lienzo, pero solo pude modelar amorfos seres y delinear atípicas figuras monocromáticas.

Pedí al destino el poder de guiar a todo aquel que se me aproximara, para así inspirar su vida y le facultara a alcanzar sus sueños, pero nunca pude siquiera tomar la rienda de este caballo desbocado de nombre existencia.

Pedí a la sagrada interacción de la vida y muerte el poder de la justicia, para así reformar este mundo de caos en paz absoluta e incorruptible, pero nunca pude separar el corazón de la mente y mis veredictos fueron viscerales.

Pedí al dueño de las tinieblas me diera la capacidad de engañar a los demás convirtiéndome en diferentes personas, pero mi actuación nunca fue capaz de convencer ni por un instante al niño más inocente y crédulo de esta tierra.

Pedí a los ángeles la gracia de escribir usando por tinta las emociones de mi corazón, y desde el momento que mi mano toco el tintero se me concedió sin censura ni temor, las ideas se hilaron y volaron por doquier a mí alrededor.

Pero lamentablemente mi corazón me traiciono, es un remolino que arrasa con todo a su paso, desnuda los verdes prados, desoja las copas de los arboles, alcanza las cumbres más altas, se congela y precipita al abismo más obscuro, se funde en las entrañas de la tierra y brota cual manantial entre las llanuras; es vida en movimiento y a su vez destrucción; mi corazón es la copa de vino que rebosante atolondra los sentidos dejando de lado reglas y modismos, es expresión ¡Mi expresión concedida sin reparo y repleta de emoción!

Aun ignoro si mi palabra dejara mella en el tiempo, cual naufrago en la isla del exilio, tiro mensajes en botellas cuando me es posible, espero que una de estas sea recibida por un alma que se identifique con mi palabra escrita; son muchos los años que tengo preso en esta apartada orilla, pero aun sigo preso de mis pasiones ¿Escribir sin esperar nada a cambio? Lo he escuchado tantas ocasiones ¡Escribir para desahogar el corazón! Ese es mi único fin, esa es mi religión…

jueves, 2 de diciembre de 2010


La expresión de mi corazón al interrogarse por el propietario de su amor.
La razón de mi cotidiano andar entre los abrojos de este camino que elegí.
La fuerza vital y apacible que levanta este cuerpo cansado y lastimado.
La serenidad de mis trances oscuros repletos de demonios inflexibles.
La ráfaga de fuego que derrite mi cuerpo de hielo y lo desborda en pasión.
La fuente de agua fresca que sacia mi sed y enjuaga la ceguera de mis ojos.
La musa de mis sueños y fantasías, creadora de magia y de esperanza.
La cálida frazada de mis noches frías de invierno y la compañía perfecta.
La brisa matinal que hace renacer al sol en primavera, y aleja las nubes.
La mirada serena que me da estabilidad y tranquilidad a mi alma iracunda.
La palabra precisa en mis momentos de duda o desatino, la guía FIEL.
La cómplice de mis fechorías y maldades, la asistente de mis demencias.
La maestra de la vida que me enseño y me recordó el verdadero amor.
La profesionista incansable que materializa mis proyectos y les da lógica.
La mujer que convierte cualquier espacio en un hogar cálido y afectuoso.
La chef que prepara con maestría todos mis gustos y crea nuevas delicias.
La amiga incansable e incondicional que me acompaña en todo momento.
La esposa perfecta e inigualable que nunca en sueños pude materializar.
La dueña de la suave y tersa piel cual pétalo de rosa de campiña veraniega.
La poseedora de la mirada verde pero dulce cual uva en racimo de viñedo.
La guardiana de mi vida entera y carcelera de mi alma hasta la eternidad.

ERIKA

viernes, 12 de noviembre de 2010

Granos de Arena




Somos granos de arena en esta playa de la vida, el destino es la ola que nos empuja, nos arrastra y coloca en los lugares más lejanos e inimaginables, hay momentos en los que nos alejamos de la orilla del mar, nuestra existencia se quema bajo el rayo de sol más intempestivo, creemos estar en un infierno castigador o purgante de nuestros pecados, hay otros tantos en los cuales nuestra forma se pega al visitante extraño haciendo incierta nuestro próxima morada.

Somos granos de arena en esta playa de la vida, el destino que es la ola en momentos juega con nosotros de forma cruel, nos revuelca en aguas turbias, nos jalonea, nos avienta, tira de nosotros de tal forma que pareciera que pretende despedazar nuestra pequeña existencia; nos hace chocar unos a otros, nos aleja, nos aparta, nos separa, nos desconcierta, confunde nuestras mentes, nos hace pensar en momentos que está a punto de dejarnos en tranquilidad, o en expectativa de la fuerza del próximo golpe.

Somos granos de arena en esta playa de la vida, el viento sopla sobre nosotros sumándose al capricho de la ola, somos moldeamos, somos acomodados, vamos cediendo ante la fuerza de nuestros amos; es extraño que de golpe en algunas ocasiones somos apartados de todo lo que conocíamos, somos trasladados sin darnos cuenta a nuevas latitudes, nuevas compañías, nuevos terrenos por explorar ocupados por residentes endémicos, quizás nuevos amigos, quizás nuevos enemigos, quizás simples extraños, de entre tantas posibilidades no hay ninguna precisa, ninguna común.

Somos granos de arena en esta playa de la vida, no sabemos cuál es nuestro destino final, pero siempre estamos consientes de nuestros orígenes ¿Cuantos caminos se han cruzado con el nuestro? ¿Cuántas historias se han forjado? Pasa el tiempo en este lugar de blancos granos, a la periferia multitudes forman arenas, parecieran ser un mismo ente pero cada grano que le integra es poseedor de una historia, hasta donde alcanza nuestra mirada hay solo cúmulos de arena, arena sobre arena, grano sobre grano, vidas sobre vidas, historias obre historias, y bajo nuestra existencia miles más reposan.

Somos granos de arena en esta playa de la vida, pero a pesar de tanta variedad ¡No hay tiempo en este mundo para poder recapitular! No podemos ver las vidas ajenas, no podemos vivirlas, no podemos estudiarlas, somos dignos y dichosos si se nos permiten fracciones de ajenos mundos, solo hay una vida y es la misma, es la propia, es la que consumimos, vida que corre sin descanso alguno, no hay treguas, no hay estafetas cedidas, solo nuevos corredores que preceden a los agotados; nuevamente la marea sube el mar parece estar tranquilo, quizás sea el inicio de un viaje placentero o el preámbulo de la tormenta.

Somos granos de arena en esta playa de la vida, mi viaje comienza a cada instante no sé donde terminare, o si será este lugar un punto transitorio, o un destino final, no sé donde estoy pero doy gracias por permitirme al destino coincidir y compartir el momento ¡Detente un momento amigo mío! No olvides que este momento es irrepetible igual para ti ¿Dónde terminaras? ¿Dónde Iras? ¿Cuánto estaremos juntos? ¿Algún día nos separaremos? ¿Cuánto compartiremos? ¿No lo sabes? Eso sí lo puedo responder ¡No tienes remota idea! lo sé muy bien porque ¡Yo tampoco lo sé!

jueves, 11 de noviembre de 2010

Romanticidio


Saltar al vacío con los ojos cerrados desde la arista del precipicio más profundo, saltar sin pesar en la consecuencia inevitable al golpear el fondo con el cuerpo desnudo, saltar con la convicción de que el amor nos mantendrá en el aire…

Tomar la rosa con los cardos más agudos y pronunciados, estrecharla en la palma con la fuerza descomunal del aferrado a la línea de vida, estrujarla con la plena entereza de que solo el amante consumado es capaz de sortear tal dolor…

Caminar sobre las brasas del infierno con las plantas desnudas, caminar sin detenernos a imaginar las terribles ámpulas que estallaran la suave piel de nuestro cuerpo, caminar con la promesa en mente de que una caricia será suficiente para protegernos…

Beber el más corrosivo y letal veneno, beber sin temor al fuego que se desatara en nuestras entrañas, beber sin control cual si fuese agua que apacigua una sed inmensa, beber sin tregua hasta consumir la última gota ya que un beso será suficiente antídoto…

Clavar la daga más punzante, enterrarla con fuerza y girarla hasta que arranque el corazón del cuerpo, extirpar el órgano que es símbolo del amor por solo placer de hacer un regalo, ofrecerlo a quien suponemos nos ama con la idea de que en sus manos seguiremos con vida…

Subir al cielo para arrancar las estrellas y bajarlas a los ojos del amor verdadero, subir apilando ilusiones, momentos, caricias; frases de amor elaboradas al calor de un momento, ir tan alto sin temer a la caída, confiando en la estabilidad de la Historia de amor que construimos…

Tomar la pluma de un pavorreal y escribir sonetos usando por tinta la sangre de nuestras venas, dejar correr la sangre hasta que se empapele un camino que conduzca al edén, exprimir la última gota para rematar con un te amo ¡seguiremos vivos si recibimos una igual respuesta!

Tomar la vida entera y apostarla en un juego de azar, tomar la vida entera apostando la juventud, la libertad y la individualidad, esperando por premio una nueva vida colmada de riqueza y abundancia, pero nunca pensando en la tragedia de mal invertirla…

Tomar el cuerpo y entregarlo al fuego del deseo, tomar el cuerpo y fusionarlo con un segundo esperando de esta unión la creación de un nuevo ser con alma mixta, tomar el cuerpo y entregarlo sin pensar en el horror de ser solo usado, sin temor al engaño…

Todo esto podría parecer la receta casi perfecta para una muerte segura, pero ninguna de estas es garantía absoluta, solo tus palabras hirientes e incomprensivas, solo tus desprecios y enojos, solo una mirada fría y corta basta para que seas mi Romanticida...

lunes, 1 de noviembre de 2010

Alegria


Alegría es la emoción divina, alegría es la cercanía a Dios, alegría es la palabra simple y pequeña para describir el paraíso, alegría es la pieza escondida de este rompecabezas que es la vida, alegría es el placer en toda su expresión, alegría es la contemplación de la inmensidad del corazón, alegría es la luz en las tinieblas, alegría es la puerta al amor, alegría es el camino anhelado, alegría es la frescura de una mañana de primavera, alegría es la mirada del triunfo, alegría es la niñez, alegría es la naturaleza en todo su esplendor, alegría es la estrella de la mañana y la del atardecer, alegría es la ciencia del corazón, alegría es el cálculo divino, alegría es la pobreza del dolor, alegría es la enfermedad de la muerte, alegría es el recuerdo de los buenos días, alegría es la nostalgia de la tristeza, alegría es la juventud eterna, alegría es la montaña a conquistar, alegría es la nube blanca en el cielo azul, alegría es la rosa en el jardín de espinas, alegría es la briza de verano, alegría es el alma del recién nacido, alegría es el beso de la madre al hijo, alegría es el abrazo del amigo, alegría es la ternura de la mirada pura, alegría es la luz del nuevo día, alegría es la tormenta en la sequia, alegría es el fruto en el árbol, alegría es la miel del panal, alegría es la esencia de la plenitud, alegría es la telaraña del arácnido del placer, alegría es la melodía del ángel, alegría es el lenguaje de Dios, alegría es el faro en la noche, alegría es el calor de una chimenea, alegría es la comida de la abuela, alegría es el cuento del abuelo, alegría es chocolate de postre en la mesa del triunfo, alegría es la lucha diaria por vivir, alegría es mi sentir esporádico, alegría es la envidia del fracasado, alegría es la promesa del preso, alegría es la meta del ermitaño, alegría es el perdonar, alegría es el…

lunes, 4 de octubre de 2010

D E S E O


En la obscuridad de la noche a través de las penumbras de mi habitación, un ángel o demonio se adentra en los poros de mi piel, agita mi respiración, eleva mi temperatura, sensibiliza mis sentidos, y regocija mi imaginación.

Lentamente comienza a tomar forma y rostro este visitante ¿la reacción inmediata? Tratar de alcanzar con mi tacto su piel, recorrer la silueta de su figura con mis dedos y aspirar su esencia con mi olfato.

Una lengua de fuego consume mi cuerpo, las brasas incandescentes parecieran estar depositadas en el plexo solar y su antecesor el Swadhisthana, como si fuera una alga presa de la marea marina me dejo perder en este océano del deseo.

He quedado ciego ante tal imagen, mis manos son la guía para reconocer la forma de este ser, no dejo milímetro alguno sin palpar, recorriendo el más mínimo detalle de su piel vuelvo a componer su escultural forma en mi mente.

A respuesta de mi acción sus manos igual comienzan a explorarme, en Cada roce se producen latigazos de electricidad hacia mi piel, mis labios pretenden expresar en palabras lo que mi cuerpo experimenta pero son sellados con los besos de mi asaltante.

El tiempo y espacio parecen detenerse, las leyes de la física parecieran ya no tener lógica, las barreras que delimitan nuestros cuerpos se desgarran y apéndices permiten fusionarnos en una nueva creación perfecta e inconmutable.

La maquinaria diseñada con la perfección de un reloj suizo comienza a funcionar, la ejecución de esta danza delimitada por tiempos y movimientos que exige una precisión pero no descarta la improvisación es lenguaje aprendido de forma innata.

Me enseñas lo mejor de ti, te enseño lo mejor de mí, me complementas en cuerpo y sentir, te complemento en cuerpo y sentir, somos espejo de placer profundo, somos sexualidad en labor y progreso.

La naturaleza en toda su expresión se mueve por este contexto, aunque mi moralidad trate de ocultarlo el deseo está presente en este embate, ya no reconozco una parte de mí que no se encuentre sumergida en este mar de lava carnal.

Dolor, ansiedad, deleite incontenible e infinito, combinación de tantas y diversas sensaciones inexplicables pero bien conocidas, toda una experiencia que sin dudar buscaré repetir, deseo que se extiende y anida en cada ser viviente.

Mi cuerpo se transforma en una olla de presión, su válvula de escape ya hace largo tiempo dilatada, a cada segundo transcurrido una presión creciente se encuentra inmersa en su raíz, no hay forma de predecir el momento exacto de la explosión.

Todo mi ser entra en metamorfosis y se licua, una sensación de fuerza de vacío inmensa comprime la extensión de mi cuerpo en un solo punto, mi vida por un momento parece terminar, todo parece haber llegado a su fin.

El geiser se libera lanzando de golpe mi alma y mi esencia de vida, he perdido toda noción de lo que soy y de igual forma toda excitación de mis sentidos se apaga disolviéndome en las penumbras de la habitación, desapareciéndome de la tez de este mundo.

Experiencia casi extra corporal que sólo puedo definir como una pequeña muerte, experiencia que me deja estigmatizado y deseoso de reencontrar para experimentar nuevamente en toda su magnitud…

Abro los ojos, me encuentro en la misma habitación, las mismas penumbras, pero no estás aquí, solo un vestigio como prueba de lo acontecido se desliza en una de mis piernas ¡Fue tan real! ¿Comó que no sucedió?

Fui engañado por mi imaginación, Morfeo me jugó una mala mano al tomar mi deseo como material para su labor. Deseo, ese es el principio de mi perdición por ti, el deseo de tenerte, el deseo de amarte…

martes, 24 de agosto de 2010

Mi Señor


Por que solo en la negra noche mis sueños existen, confió en la guía de mi señor para sortear los peligros que en ella estén. Se que al retornar a la luz del nuevo día, él lograra hacer que se materialicen mis sueños e ilusiones.

Nada me faltara si en él confió, nada me lastimara si en su amor me refugio, no tendré dudas en mi corazón si en su sabiduría descansó. Por que solo se que después del mal tiempo, después de la tormenta que desgarro mis alas, después del dolor que me produjo el caer de las alturas, en sus manos, cual pequeño gorrión herido, encontré mi salvación.

No poseo ya miedo alguno a la muerte, por que se que a pesar de que mi cuerpo en valles de oscuridad se pierda, mi alma a lado de mis señor brillara con luz y calidez eterna, se que en él encontrare la vida eterna, y en él encontrare la paz a mi cansado andar.

Nada sobra ya en mi corazón, por que la ira y odio que alguna vez le ocupo y enveneno, dejo su espacio para colmarse de amor, nada sobra ya en mi alma, porque todo el rencor así como memoria dolorosa se han desprendido de ella, he olvidado en el infinito amor de mi señor, todo aquello que me remordía y afligía. ¡Al fin soy libre!, ¡Al fin es libre mi corazón!

Por que solo en la negra noche mis sueños existen, son prueba de que mi señor me entrego:

Una luz en la oscuridad, belleza en la monstruosidad, y esperanza en la perdición, no hay espacios sin su presencia, no hay tenebrosidad sin su alba, y hasta en el punto más negro de mi noche, mis sueños traen en su contenido la visión del paraíso.

En esta negra noche confió en tu guía mi señor, en esta negra noche en ti me refugio, con tu presencia veré el nuevo amanecer, protegido en tu regazo me colmaras de bendiciones y sin mal alguno librare mis obstáculos.

Albal-Camus  “AAM”

Ansiedad


De una extraña forma siempre me he sentido atrapado en dos mundos, como si no perteneciera a esta dimensión, como si sólo estuviera de paso cual caminante a través de un pueblo desconocido, sensación compleja que me asalta todos los días distrayéndome de mis tareas diarias, y por las noches me quita el sueño al hundirme en las más terribles pesadillas.

Nunca he podido explicar esta sensación de vacío y soledad, de incongruencia y desatino, de dolor y placer. Mi vida es como una batidora en la cual han sido integrados muchos elementos, difíciles de distinguir individualmente ya que su forma original ha sido transformada, y su intimidad ha sido corrompida al formar parte de un nuevo elemento único que sólo puede ser nombrado masa.

Mis sueños, mis metas, mis anhelos, mis miedos, mis deseos, mis gustos, mis triunfos, mis fracasos, lista interminable conformada de elementos tan diversos intangibles, reales, amorfos, que son explicados por los sabios como fenómeno de la vida, pero que encuentran en mi mente vacuidad absoluta por no representar absolutamente nada, carecen de explicación, carecen de sentido.

He pasado la mayor parte de esto que llaman vida, buscando solución a mis problemas, y respuesta a mis preguntas, pero sólo descubro que a cada paso que doy nuevas preguntas surgen, es como aquel mítico Monstruo que al momento de perder una cabeza daba por fruto dos más, día a día se pierden la poca razón que conservo en un mar de desconciertos.

Mis temores se avivan al contemplarme prácticamente a la mitad del camino de esta vida, miro a mi alrededor y netamente no puedo contemplar ningún logro satisfactorio que realmente justifique la inversión de tantos años de mi existir, veo con envidia el triunfo de mi amigo, sus logros, sus riquezas amasadas, y sus sueños encaminados por los ideales de la infancia.

Miro a mí alrededor y sólo pudo ver este cuerpo marchito esparcido cual semilla caduca sobre un gran campo de tierra fértil, es cierto el proverbio que recita que para un buen fruto se requiere de tierra fértil y semilla buena ¿qué soy yo? ¡No soy semilla buena! Ni siquiera logró identificar me ¿seré acaso hierba invasora? Creo a estas alturas ya nada importa.

Siempre creí que los sueños eran las alas de un futuro prometedor, que eran la justificación que mantenían a los corazones latiendo, que eran las estructuras sobre las cuales se materializaba la realidad, que eran la esencia del hombre mismo; Quizás para el resto del mundo si lo será, pero hasta el momento en mí no ha habido prueba alguna de su autenticidad.

Fracaso tras fracaso, golpe tras golpe, cada herida es más profunda, más dolorosa, incurable repleta de infección, ya no hay sangre en mis venas sólo queda el queroseno que hará arder un infierno, ya no hay oxígeno en mis pulmones sólo queda la fetidez de la inmundicia, ya no hay pensamientos en mi mente sólo visiones de muerte ¿a esto todavía se le puede llamar vida?

De entre todas mis dudas solamente conservó una, esa que se aferra a mí, esa que creó comparto con todo el resto de la población ¿cuándo será mi muerte? ¿Cómo será? ¿Tendré alguien que me lamente? A su debido tiempo obtendré las respuestas, y quizás todas mis demás dudas sean aclaradas en una nueva luz, en un nuevo comienzo quizás…

Lo que puedo afirmar es que llegado el momento si es que existe un Dios, si es que existe un Demonio, mis manos se encargarán de ahorcarles, mis uñas les desgarraran la piel y mis labios se deleitarán debiendo su sangre, ni odio será tal que no piensa dejar rastro alguno de su existencia, si es que hablaran suplicando redención mis oídos serían sordos, tal y como ellos me lo han demostrado en miles de ocasiones en esta vida.

Estoy cansado, frustrado, no quiero seguir así, a partir de hoy iniciare un nuevo camino, bajo un nuevo sol, bajo un nuevo ideal, sin la existencia del miedo, y sin odio a ti...



sábado, 15 de mayo de 2010

Crédulo Atolondrado


Confía en la palabra del hombre que te mira directo a los ojos, porque solo aquel que se acerca a ser Dios lo hace; nunca te abandonara o traicionara, estará a tu lado en todo momento será tu escudo y espada, será risa y llanto, será maestro y redentor, sombra de tus pasos y faro de tus tinieblas.

Confía en la palabra de este mismo hombre a pesar de que te falle, porque es hombre de carne y hueso defectivo y carente de la perfección divina, pero estarás seguro que en el peligro y la necesidad contaras con él, por ser hombre deberás apoyarlo porque de igual forma necesita de ti.

Confía en la palabra de este mismo hombre a pesar de que nuevamente te falle, porque es aun un niño en su alma y carece de la sensatez que el madurar otorga, requiere de paciencia, de cariño, de consejo para que oriente sus pasos y de brazo fuerte que le guie por la vida para alcanzar sus metas.

Confía en la palabra de este mismo hombre a pesar de que su falla se repita, porque es un ángel carente de malicia y sus decisiones a pesar de ser confusas siguen un plan divino que es imperceptible a nuestros ojos pequeños que son segados ante la gloria de la creación que solo Dios puede con su grandeza contemplar.

Si aun sigues en este camino de credulidades ¡Te felicito! Porque has cerrado el ciclo de la divinidad, eres todo un hombre cercano a Dios capaz de perdonar, en tu camino y palabra la verdad se encuentra, aquel que te nombra su amigo dará su vida por ti, nunca estarás solo, nunca conocerás la pobreza y vivirás eternamente.

Pero si después de esto vuelves a creer en aquel que te fallo, serás la escoria y vileza del mundo, indigno siquiera de ser tomado como desecho. Solo el parasito soporta tantos desprecios de aquel que le posee, porque es su único medio de vida.

Solo el parasito vive con gusto entre la inmundicia y suciedad del que nunca se entero de su presencia, solo el parasito mendiga y se conforma con el desecho del cuerpo, es inmundo, pobre de carácter, vacuo en emoción de autoestima.

Vive como un hombre cercano a Dios, o siquiera como un Hombre con alma de niño…

Fueron las palabras de mi abuelo a mi padre, y de mi padre a Mí, son el legado de esta casta de hombres con nobleza y vocación de servicio, son la firma que precede a la dignidad y el decoro, son la herencia que otorgo en vida a mis amigos y conocidos.

Lástima, verdaderamente ¡Qué lástima! Pensé que eras digno de ser nombrado hombre cercano a Dios, y en su lugar me mostraste lo prángana de tu persona, hundiste mis manos en tu habitad y solo fetidez me dejaste.

Ya no soy hombre cercano a Dios, porque tengo tu estigma como recordatorio de todas las veces que te creí, perdí la razón entre tus palabras, atolondre mis sentidos con tus ojos, y al final cuando desperté de mi embrutecimiento, ya no poseía siquiera alas para retomar mi vuelo a la divinidad.

Lástima, verdaderamente ¡Qué lástima! Pensé que eras digno de mi amistad, te ofrecí mi apoyo incondicional, te di oportunidad de hablar para expresar tus intereses y a pesar de eso sin justificación alguna apuñalaste mi corazón en tantas y repetidas ocasiones.

¡No! Por favor no creas que me destruiste, solo me abriste los ojos, sé que con el tiempo volveré a ser Hombre cercano a Dios, pero tú, tú solo puedes estar seguro que al final estarás solo ya que aquellos que buscan tu amistad tarde o temprano desistirán, y aquellos que hoy en día te la ofrecen, tarde o temprano despertaran como yo, dejando atrás el lastre que puedes ser.

jueves, 15 de abril de 2010

Brujas en el viento


De niño al anochecer siempre corría a ocultarme entre mis sábanas, me envolvía cual si fuera oruga en crisálida, procuraba con mis manos y pies sujetar aquellos blancos lienzos evitando así que se me despojara de lo que en ese entonces consideraba mi disfraz perfecto, mi camuflaje durante las tinieblas, ese que era eficaz contra las brujas nocturnas…

Tras la bendición de mis padres y sus buenos deseos para que tuviera dulces sueños comenzaba mi infierno, la luz de mi habitación se apagaba, la puerta se cerraba y lentamente los fantasmas sin rostro se acercaban a mi lecho, algunas ocasiones tenían largas extremidades, otras tantas cuerpos gigantes, nunca eran iguales, pero siempre eran aterradores.

Sus voces eran variadas, sus lenguajes incomprensibles para mi oído, pero natos para el latir de mi corazón el cual se alteraba con solo escucharles, mi cuerpo temblaba imaginando los posibles tormentos a los que me someterían los dueños de tan macabra sinfonía de barahúndas, mi respiración se entrecortaba tratando de hacer el menor ruido posible.

Escalofríos infernales abrasaban mis pies y espalda, confusión total experimentaba, llegado casi el momento de mi fin tomaba valor para de entre mi transe pedir auxilio ¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaa Mamá Papá! Gritos desesperados dejaba liberarse de entre mis pulmones, manoteos acompañados de lagrimas rompían en capullo de las sábanas…

Quizá no siempre era así el desarrollo de mis infernales noches, pero si puedo afirmar que siempre era constante el desenlace; entrabas corriendo a defenderme, traías contigo la luz que espantaba mis temores, con tu sola presencia destruías las fantasmales figuras que me asechaban, y con tu voz regresabas la calma a mi exaltado corazón…

¡Fuera de aquí Brujas del Viento! Como se atreven a robarle el dulce descanso a este mi hijo ¡Dejen a este noble niño dormir! No hay nada en él que quisiera dirimir. Esas eran tus palabras que conjuraban la paz total, esas eran las frases que memorice y en mil ocasiones use, pero nunca en mi voz efecto tuvieron, solo en tus labios lo fueron.

En ocasiones a la mañana siguiente me encerraba en remordimientos, te veía partir cansado y abatido, sabía muy bien que luchar contra las brujas del viento era agotador, aun mas lo era consolar mi alma para retomar mi sueño, la culpa me abordaba ya que no encontraba forma de pagar tu noble sacrificio ¿Cómo puede un niño pagarle a un hombre?

Un día sin saberlo como, desperté en un cuerpo diferente, mi entidad ya no era más la de un infante, mis manos ya no eran suaves y mi voz ya no era la de un ruiseñor, era ya un hombre en un mundo de hombres, mis temores ya no estaban en la noche, habían emigrado al día convirtiéndose así en realidad, mi disfraz de tela blanca era ya inútil.

Entre a un mundo totalmente diferente al que estaba acostumbrado, este era un mundo agresivo, maligno, pecaminoso, despreciable, colmado de avaricia y codicia, un lugar digno del infierno, un lugar donde el mas mínimo error se convierte en desastre; y allí estabas tú, firme cual roble, colmado de sabiduría que me enseñarías para luchar en estas nuevas tierras.

Destino cruel, se pensaría que la muerte seria lo único que nos apartaría, nunca pensé ni por un instante que la sangre que me creo al mezclarse contigo, seria la misma que volvería tu mirada fría y malhumorada hacia mí, eres ahora inflexible, inalcanzable, eres ajeno a mi corazón y aun mas para mis recuerdos, ya no te conozco, ya no eres el padre que fuiste.

Este mundo me destruye, no puedo hacerle frente, y como podría si nunca me enseñaste esos conocimientos que tanto espere de ti ¿Cómo puede un niño volverse hombre sin su padre? ¿Cómo puede sobrevivir un hombre con alma de niño en un mundo de hombres? Nunca supe donde fue que te perdí, ¿Dónde fue que tu corazón me comenzó a odiar?

Quizá sin darme cuenta, una de esas noches que peleabas sin tregua hasta morir con las brujas del viento, una de ellas te ataco por la espalda arrancando tu corazón suplantándolo con rencor, quizá se quedo viviendo con nosotros adoptándome como su hijo, encarnándose en la que fuera mi verdadera madre, procurando llegara el día en que nos separásemos.

No sé lo que paso, pero puedo afirmarlo, las brujas nunca me hicieron el daño que tú me has hecho, las brujas nunca mataron mi corazón como tú lo has logrado, las brujas nunca derramaron de mis ojos lagrimas de dolor, las brujas nunca me odiaron como hoy lo haces, las brujas nunca lograron golpear mi cuerpo, nunca produjeron dolor sobre mi piel.

Quiero despertar de nuevo una mañana con el cuerpo que tenía hasta antes de este momento, quiero correr a ti y abrazarte para decirte lo mucho que te amo, pasar un día entero a tu lado, para cuando llegue la noche entregarme sin mayor resistencia a las brujas del viento, porque la gran verdad es que prefiero mil veces morir entre sus manos bajo tormento…

Antes que volver a escuchar de tus labios…

¡Para Mí Ya Estás Muerto!

Granada


Caminando por la vida un día mi contemplación fue robada por un anciano, era un hombre desgarbado de triste mirar que aferraba sus brazos a un canasto de mimbre, se le veía desencajado de esta realidad, pero su persona sitiada por varios vendedores característicos del día de plaza me obligo a acercarme a él para preguntar ¿Qué vendes marchante?

Pregunte vacilante ante el miedo de una mala cara, pensando que quizás así podría comprar su oferta sumando de paso una ayuda monetaria a tan desvalido hombre, y es que no era fácil contemplar estampa tan triste tirada en el suelo, mucho menos era mi intención ofenderle con una limosna, pero verle aferrado a un cesto cual naufrago a madero de su barca importunada, fue motivo suficiente para preguntar.

-Granadas Joven, son granadas lo que este anciano le ofrece, permítame darle la prueba sin compromiso de compra claro esta…

De forma torpe tomo uno de los frutos y con acopio de fuerza partió la piel de tan complejo fruto, con un giro digno de un origamista partió el fruto dejando su rojizas semillas expuestas.

-Tome Joven, ahora ya puede probar.

Nunca antes en mi vida tuve oportunidad de degustar semejante fruto, mil ocasiones le escuche como ingrediente de recetas de cocina y en otras pude verle creciendo en arbustos en casonas, y hasta parques públicos, pero nunca le probé, mi ignorancia fue visible al morder el corazón de esta fruta al creer que sería suave y repleto de pulpa cual naranja o durazno.

Las semillas crujieron entre mis dientes, un amargo gusto se escurrió en mi paladar al moler la blanca piel que les sujetaba en comuna, las sensaciones diversas que se desencadenaron en mi cuerpo deformaron mi rostro colmándolo de muecas.

-je je je je je je No joven así no se come este fruto, hay que apartar la piel blanca de las semillas para después sorber el delicado revestimiento que poseen.

Fue entonces que el rostro de este hombre cansado se ilumino, y cual ave que emprende el vuelo tras sanar de una caída así él se levanto del suelo, tomando una cantinflora de entre sus ropas se dispuso a ofrecerme un trago de agua para pasar tan amargo momento.

Tras tal experiencia me dispuse a degustar de nueva cuenta la granada, pero en esta ocasión aplicando las enseñanzas del marchante, fue cuando realmente pude apreciar el dulce y a su vez acido zumo de tal fruto. Sin perder mi objetivo inicial ofrecí un pago por tales mercancías, pero el señor solo me miro y sonriendo tomo de su sesta unas cuantas granadas más para ofrecerlas si cuota alguna.

-No me debe nada joven, es este servidor el que le debe a usted. Gracias joven por alegrarle la vida a este hombre, por traerle el recuerdo de una juventud pasada ¡Gracias!

Tomando su cesto del suelo se encamino hacia la multitud que pasaba en la calle, perdiéndose poco apoco en la distancia cual barcaza que se aleja del puerto le perdí. Mis sentidos no terminaban de asimilar lo ocurrido, no sabía a que hacía referencia el señor, o siquiera si le había sido ofensiva mi reacción.

Tiempo después pase por el mismo lugar pero el señor ya no estaba, preguntándole a los vendedores intrigado por su paradero, me entere que al poco tiempo de aquel día que le encontré, su cansado andar culmino.

-Siempre se sentaba en ese espacio, nunca vendía nada, no gritaba ofreciendo sus granadas, sólo se sentaba y esperaba a que alguien se aproximara a él, contaba que ese tipo de clientes eran los que valían la pena atender, NO aquellos que prácticamente uno acosaba con gritos, creo estaba enfermo de la mente porque juraba que cuidaba corazonesm, y que por ello no podía ofrecerlos a quien no los mereciera, pobre hombre que Dios lo tenga en su gloria…



Esas fueron las palabras que obtuve de una mujer que ofrecía en la vendimia quesadillas y tostadas…



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¡Granada!

Corazón que en la juventud esta encumbrado de una flor de rojo intensó, seducción que comienza como un capullo, tímido, frágil, en forma de estrella despide rallos rojizos que lentamente se extienden.

Corazón que con el tiempo pierde sus fragantes y ostentosos velos, en presencia de la tempestad o la suave briza, no hay discriminación para tal ocasión, solo el fin es lo común

Corazón que con el tiempo se cierra, reteniendo así en su interior el rojo fulgor de su inicio cual recuerdo de su juventud, testigo intimo en su ser de lo que alguna vez reflejo su exterior

Corazón que crece día a día protegiendo en su interior las promesas de un futuro

Todos en este mundo somos granadas, nuestros cuerpo cambian con la edad pero nuestro corazón es el que inmutable conserva el origen de nuestro ser, crece y se expande, se rodea de amargos momentos pero sigue aferrado a su dulce esencia, crece y se expande con momentos de alegría y de dolor.

Con el tiempo se suelta de su rama que le cobijaba, estrellándose en el suelo libera su contenido asegurando así un legado de su ser, dulce y amarga cobertura se funden como alimento del nuevo corazón, así pasamos nuestra vida creciendo solo hay una duda ¿Quién abrirá nuestro rojo corazón? ¿A quién daremos nuestros dulces momentos?

Esperamos sin saberlo a ese ser que agasajaremos con lo mejor de nuestra persona, y buscamos sin notarlo el fruto perfecto que nos alimente, nada debo a la vida, mantengo mi alma en paz porque igual nada me debe, solo espero en mi rincón sereno y paciente, solo espero…

lunes, 12 de abril de 2010

Naufragio





Zarpamos rayando el alba, encaminamos nuestros sueños en una nueva aventura, encomendándonos al cielo pedimos las venías para un mar calmo y vientos apacibles.

Nuestras ilusiones blancas son las velas de este barco, nuestro esfuerzo y dedicaciónjunto con nuestra experiencia son el casco que da forma a esta barca.

Damos un último vistazo a esté muelle, divisamos en él todas nuestras amistades con diversos rostros, muchos de ellos nos expresan su apoyo, otros incrédulos nos piden declinar.

Soltamos las amarras, levantamos nuestra ancla, las velas son hinchadas por el viento y nos perfilamos hacia el horizonte, nos desplazamos velozmente con fin de alcanzar nuestro sueño.

A lo lejos manchones grises ensucian el firmamento, mas no nos toman por sorpresa ya que no esperábamos del todo un viaje tranquilo, tomando precauciones esperamos el adentramos.

El mar comienza a inquietarse, cambia su color azul turquesa por un color gris, la suave brisa que nos impulsaba comienza a mostrarnos su furia, y el sol que nos iluminada se oscurece.

Alzamos nuestras velas para evitar daños, resguardamos nuestros enseres para evitar pérdidas, y encerrados en nuestros camarotes décimos de nueva cuenta aquella oración que inició nuestro andar.

Las primeras horas se mueven tan lento que parecieran días, las sacudidas que recibimos empiezan a inquietarnos, pero guardamos confianza en la fuerza de nuestra barca.

Las siguientes horas parecieran detenerse junto con el latir de nuestro corazón al percatarnos de oleaje intenso; es cuando comenzamos a planear medidas de emergencia ante tal estampa.

De forma repentina se comienzan escuchar los crujidos de la madera, cual llave de sol inicianel réquiem ensalzado por el aullido del viento y relámpagos cual platillos…

Manteniendo la calma y la mente fría decidimos aminorar nuestra carga, nos es difícil decidir que podemos prescindir en este trance, pero sin más opciones dejamos caer al mar cuánto podemos.

Nuestras pérdidas no cesan, a lo lejos escuchamos el grito ¡Hombre al agua! Nada podemos hacer ya que el mar embravecido de un bocado le engulle, sin tiempo para el dolor proseguimos nuestra lucha para sobrevivir.

El viento y el mar enfurecidos nos atacan sin tregua, de un golpe arrancan nuestro palo mayor, dañan el trinquete, einutilizan el mastelero, ya no poseemos aquellas prendas que nos propulsaban.

Es entonces cuando comenzamos a decaer, es entonces cuando comenzamos a sentir cerca el final, nos encontramos atrapados en medio de la nada, sólo recordamos las palabras de aquellos que nos lo advirtieron.

De momento todo se calma, las aguas comienzan a descender, el viento se convierte de nuevo en suave brisa, y el sol comienza a renacer ¿Es la respuesta a nuestra súplica?

Salimos a cubierta, y contemplamos la magnitud de los daños ¡Nuestro barco ya no puede seguir! Ha comenzado a hacer agua, la gracia maligna nos ha colocado en el ojo de un huracán.

Sólo tropezamos con la primera parte de este cuento de horror, nuestra tripulación cansada no soportará un segundo embate, el casco de nuestra nave garantiza una pronta muerte.

No todo está perdido, una pequeña isla nos espera a unos cuantos nudos, sólo nos queda tomar la decisión final ¿Morir con nuestros sueños? ¿Vivir para intentar de nuevo?

Siempre hay un mañana, y mientras vivamos nuestro sueño podrá realizarse, hemos
entonces de abandonar este barco.

Contemplaremos desde una orilla segura su hundimiento, recordaremos la emoción que sentimos el primer día que pisamos su cubierta, y con dolor le veremos colapsar entre la tempestad.

No nos fijaremos en las pérdidas, no nos fijaremos en el dolor, no permitiremos ser atacados con frases trilladas “te lo dije”, sólo el cobarde permite ser manipulado por la prole.

Sobreviviremos.

Continuaremos.

Sobreviviremos...

Veneno para los sueños.




Los sueños…

Que delicioso aliciente para estos los desterrados del paraíso, un espejismo que esta matizado y ensalzado de nuestra fe y esperanza en alcanzar lo inalcanzable…

Una mentira piadosa que nos permite soportar el calvario de esta vida habitual y estéril, donde nuestra razón nos golpea y enfrenta a la cruda realidad.

El corazón se deja seducir por el suave toque de la esperanza, los ojos se dejan eclipsar por el obscuro manto de la noche, y el cuerpo se entrega a un letargo en espera de que el sueño se cristalice.

Día tras día luchamos en este mundo para crear de entre su imperfección nuestro idílico edén, pero tras cada rosa que plantamos aparece una promesa de muerte, y tras cada columna de mármol que erigimos un liquen amenaza opacarle.

Todo tiene un comienzo y esta seguido de un irrefutable final ¿Por qué? ¡No entiendo! Pero es vacuamente respondido con frases trilladas como el de “la vida simplemente es así, así de lógica”

¡No comprendo! Me reusó a creer en las verdades absolutas.
Tejo con mis palabras el abrigo que me permite mostrarme ante el mundo, construyo con mis manos el sendero que pisaran mis pies descalzos, mi corazón quema sus latidos para iluminar mi vida rodeada de penumbras, y mi mente recrea el paisaje que se vislumbrare al final de mi recorrido ¿Eso es un sueño?
Generación tras generación sacrifica su existencia con el sueño de proporcionar una mejor vida a su descendencia, mi padre me dejo con esa misma responsabilidad ¡Le odio! le odio por atar mi tobillo con tan pesado grillete, por colar su sueño en mi regazo y hacerme creer que es propio.

Pesadillas albergo en mí por tener que vivir el sueño de un segundo y hasta un tercero, de una familia, de una sociedad, de un mundo lógico que simplemente es así, irrefutable y de verdades absolutas, no me puedes negar que un hombre debe de tener una mujer como pareja, porque solo macho y hembra tienen descendencia, y que obvio es el sueño de todo padre, ver la descendencia de su sangre en forma de nietos…

Veneno es lo que he encontrado en mi diario andar, pero no es un veneno cualquiera, es uno muy mortal, es veneno para los sueños ¿Cómo se elabora? ¿Donde lo consigo? Sí sé tus posibles preguntas, y créeme amigo mi respuesta te puede desilusionar ¡Vive! Esa es la forma de envenenar los sueños e ilusiones, es la forma lenta y segura de matar un sueño.

Vivir te obliga a mentir y con ello el abrigo que usas se desquebraja, vivir cansa las manos y con ello se termina el camino que cómodamente recorrías con tus pies desnudos, si aun te queda fuerza y valor pisaras los abrojos que tus manos alguna vez pudieron retirar, vivir amarga el corazón y tras su cambio se apaga la luz de su latir, quedaras a oscuras entre espinas que desgarraran las plantas de tus pies, sangraras hasta la última gota que contenga tu cuerpo, y al punto del colapso tu mente vera que nunca estuvo siquiera próximo de ese edén que espero encontrar al final de su camino.

¡Estoy cansado! y he de confesarte que tengo mucho miedo, miedo de que mis sueños estén ya en su final, miedo de este mundo y su verdad inmutable. Me mantengo aferrado a mi camino que es imperfecto y lleno de huecos, mi consuelo es saber que tu calzada no dista de la propia ¡No! No me estoy burlando de ti amigo mío, y mucho menos pretendo compararme contigo, más bien quisiera ofrecerte un trato: déjame ser parte de tus sueños que yo te corresponderé de la misma forma, el veneno que encontré, tú ya lo posees, lentamente nos está consumiendo, estamos condenados tal y como el resto de este miserable mundo, pero al menos cuando mueran mis sueños mi alma tendrá el consuelo de haber estado un paso más cerca de un edén, y créeme que sé que será reciproco, para bien sumaremos nuestros caminos acortando distancias ¿De forma breve o prolongada? No lo sé, eso lo sabremos si aceptas mi propuesta…

Si tu respuesta es una total negativa, no te apenes amigo mío, nuestros caminos seguirán su curso normal, aunque en el mío quedara una pequeña esquirla de color dorado de una posible ampliación, pero como te comento hay veneno para los sueños a cada paso, y sin quererlo es ingerido en contra de nuestro ideal.

Veneno para los sueños, eso es la vida, somos seres que sueñan en un mundo que es como es, donde todo tiene un comienzo y esta seguido de un irrefutable final ¿Por qué? ¡Te repito que no entiendo ese por qué! Ese por qué, que vacuamente se responde “la vida simplemente es así, así de lógica”

¡No comprendo! Me reusó a creer en las verdades absolutas. Me reusó a ser encasillado en respuestas insatisfactorias…

viernes, 9 de abril de 2010

Enseñanza de Vida, Anterior a la muerte



Un día en el bosque, escuche un árbol caer, el acto duro escasos segundos, el rugido que emitieron las cansadas raíces, cediendo al ser arrancadas de la tierra fértil que le dio cobijo, las ramas quebrándose, los trinos desesperados del miles de pajarillos, y un barullo de hojas al viento, hiso estremecer los latidos de mi corazón.

Las aves que habitaban en los nidos que eran sostenidos por las ramas de este majestuoso ser, se vieron forzadas a levantar el vuelo, muchas de ellas impotentes vieron morir a sus polluelos que aun no sabían volar, o que siquiera habían nacido, otras tantas perdieron su hogar, y solo Dios sabe que más criaturas se vieron afectadas o en la misma situación.

Los rayos del sol se dejaron escurrir a través del espacio que en el cielo boscoso se abrió, la luz ilumino la tierra revuelta que quedo desnuda de toda hoja o posible verdor, solo destrucción pude apreciar, solo muerte pude contemplar, ramas rotas, aves muertas, nidos destrozados, y un vacio inmenso que hacía ver a este bosque como un rompecabezas incompleto.

Tiempo después regrese a ese paraje, por un momento temí ver la estampa de ese día, no sé el porqué, pero tenía que ver el final de este árbol, quería ver que era de su tronco, que era de este espacio de muerte, pero no pude encontrar ese árbol caído, busque por un largo periodo, recorrí las márgenes que calculo mi mente, algo en mi corazón me exigía regresar a este punto, algo en mi alma pedía a gritos retornar, desilusionado y cansado decidí reposar sobre un tumulto de pastos.

Mi corazón se encontraba entristecido, ¡No pude encontrar al árbol caído! Mi mano dio un golpe en el suelo y cual reclamo, del pasto broto un ruido hueco, sorpresa inmensa me tomo desprevenido, al percatarme que bajo mi cuerpo se encontraba ese enorme árbol caído, pero ya no tenía solo destrucción en su alrededor, había muchos árboles visiblemente más pequeños y muchos más germinando a partir de las semillas que dejo caer este amigo al sucumbir.

La tierra revuelta ahora se encontraba repleta de pastos frescos, los cuales se alimentaban de la luz que entraba a través del espacio que dejo descubierto la copa del árbol, Sí, ese árbol, ese que ahora descansaba postrado en suelo, las aves colmaban de nidos ensalzados con el canto de sus trinos todas las ramas de los arboles aledaños, los mismos que tiempo atrás presenciaron la caída de su amigo, era irreconocible el paraje.

Fue cuando comprendí algo tan grande:

Dios me estaba dando una enseñanza de vida, una que se repite desde el comienzo de nuestro mundo y que continuara hasta el fin de los tiempos, La muerte no es el fin, es solo el comienzo de miles de historias, historias que igual fueron anterior a una muerte y vieron sun fin en una, así como la de este árbol. Algún día nuestros cansados pies ya no nos podrán mantener en pie, tal i cual raiz adentrada en la tierra, y así como rugió el bosque al perder uno de sus integrantes, así mismo nuestros seres queridos lloraran, romperán el silencio con sus lamentos causados por nuestra partida.

Como en su momento en el árbol las aves volaron dejando atrás sus polluelos, quedando destrozadas tantas promesas de vida, así en nuestro final mil esperanzas, sueños, anhelos, deseos, planes a futuro, y un largo etcétera, quedaran muertos y cortados de tajo, con nuestra partida pararemos el mundo y cambiaremos las vidas de los que nos rodean.

Pero así como el bosque re enverdeció, cubriendo la tierra desnuda con pasto fresco, y el mismo bosque contempla los retoños de este árbol caído, así nuestras vidas deberán de ser, ¡No lo digo solo yo! La vida es así, así es nuestro camino, esa era la enseñanza que se me dio, no podemos quedar contemplando el árbol caído, aunque su partida nos deja un gran vacío, porque con su caída nuevas promesas retoñaran, nuevas ilusiones vivirán, y un nuevo comienzo se dará.

La herida tardara en cerrarse, el dolor tardara en calmarse, pero existe la promesa divina de que en el mañana nuevamente la alegría retornara.

Porque en cada semilla existe la promesa de vida, la promesa de una flor, la promesa de un comienzo, y la promesa de un final y un adiós, así mis días terminaran en algún momento, dichosos los primeros que se fueron porque serán los que nos reciban y mostraran el nuevo mundo, serán guías y protectores de la nueva vida, dichosos los últimos que se marchen por que serán los que recibirán la mayor bienvenida elaborada por todos los que se fueron antes...

Perséfone



Despierto con el suave aroma de la matutina brisa, mis ojos hinchados parpadean sin cesar tratando de lubricar mis pupilas secas y dolientes ante tanta luz, un suspiro acompañado de un profundo bostezo anuncia el inicio de un nuevo día.

Una crepitación recorre todo mi cuerpo al estirar mis músculos tras el letargo de esta noche que culmino, giro mi cuello tratando de que este retome su movilidad, nuevamente se hace presente un gran bostezo y concluyo estirando mis brazos.

Deslizándome entre mis sabanas trato de salir de mi lecho, deslizándome en mi habitación tomo una bata de baño y busco en el suelo mis suaves pantuflas ¿Sera hoy el día en que le vea? Suspiro tras expresar mi pensamiento en voz alta.

Bajo los escalones que me conducen a una pequeña estadía, prosigo mi camino hacia un pequeño patio trasero donde anhelo verle hoy ¿Sera hoy el día en que le vea? Nuevamente mi corazón me obliga a expresar en palabras su sentir de zozobra

Tras un rechinido la puerta que me aparta de su estampa se abre ¡No aun no ha venido! Desilusionado mi corazón me obliga exclamar al viento mi incomodidad ¡Sé que algún día tendrá que venir! Y alejándome de la puerta me encamino al lugar donde esperaba encontrarle.

¿Cuándo vendrás Perséfone? mis lágrimas son arrastradas por el resoplo matinal, mi corazón es alentado a esperar un poco más su llegada después de todo la paciencia es una virtud de los Dioses, obligándome a sonreír para mostrar una mejor cara decido continuar con mi diario proceder.

En mi mente se crean incontables interrogativas ¿Cuándo vendrás Perséfone? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué aun no emerge esa rosa que plante? ¿Será que mis cuidados no son suficientes? ¡Quizá estoy presionándola mucho! ¿Por qué te niegas a venir Perséfone? Día tras día contemplo esa vasija vacía en espera de su flor.

Sin tener respuestas que callen mis lacerantes dudas continúo este día, un día más que será agregado a la gradilla de los días infructuosos, suspirando me creo la ilusión de que mañana venga por fin Perséfone, sin tener consuelo más que el de la esperanza prosigo con mi ritual matinal.

Una regadera empapa mi cuerpo despojándolo de la pereza que aun poseía, no pasa desapercibida en mi la idea de quizá así se encuentre la semilla que plante, quizá se deleite con las frescas aguas que deposito sobre ella, pero nuevamente me asalta la duda ¿Por qué no bienes Perséfone?

Una suave toalla retira la humedad de mi cuerpo dejándolo listo para ser cubierto con las ropas que usare ¿Quizá la tierra que posee mi semilla es estéril? Percepción inmediata que es desatada por el tibio recorrer de la tela de una camisa en mi piel. ¿Cuándo vendrás Perséfone? ¡Ven pronto!

Termina con este invierno y has emerger de la tierra la rosa que espero impaciente ¿Por qué dilatas Perséfone? Ya es tiempo de que mandes una señal de confirmación, algo que me aliente y me indique que mis rezos son escuchados.

Veme aquí como tu madre Deméter, sufro tu ausencia e imploro tu regreso, deja a tu señor Hades Dis Pater Orcus, y trae contigo la primavera que añoro ¿Cuándo vendrás Perséfone? ¿Qué no ves que estoy envejeciendo? Mi tiempo está corriendo y cada día que te niegas a venir es un día menos en mi vida.

Te imploro Perséfone, no te pido abandones del todo a tu Esposo Rey del Inframundo, solo hazme una visita que deje de recuerdo la rosa que tanto anhelo, te ruego te apiades de mi sincero corazón, no pretendo tomar tu corona como Reyna del inframundo, ni mucho menos abusar de tus favores.

¿Cuándo vendrás Perséfone?