¡Lo que me inspira!

lunes, 27 de agosto de 2012

Siete vidas una noche.



Alma libre imposible de someter, suave al tacto, serpiente que se enrolla y libera un bisbiseo que traspasa el corazón, jugada mortal.

Eres estampa jovial de falsa docilidad, en tus dígitos escondes las esquirlas curvas que atrapan y desgarran al imprudente.

Acróbata magistral, de techo en techo saltas dibujando risos en el vacío,  relámpago, cabriolas que bañan de vida la inocua noche.

Sin miedo a la muerte, cual maestro del trapecio, entregas en un segundo la existencia misma.

Confías en filamentos de plata, guía y equilibrio en estos los terrenos de Morfeo, cuerdas de arpa que cortan el aire acompañadas de sinfonía vehemente.

Eres sangre tibia colmada de frío y preciso instinto, un asesino cruel y despiadado, un amante insaciable, gentil pero manipulador compañero.

Tus ojos de luna nueva y menguante, resplandor que vigila el paso de las tenebrosidades, estrellas gemelas que hielan todo corazón a distancia.

Eterno infante, tu curiosidad no parece tener límites, virtud peligrosa que puede desencadenar en una muerte temprana.

De brujas y hechiceros el cómplice, almas equivalentes que compartían las bondades de la oscuridad, y que sufrieron el castigo de la hoguera.

Épocas de sol en alfombras áridas, soberano aliado de dioses vivientes de una nación poderosa y sumergida en el enigma, Egipto faraónico.

Hermoso ser de misterio, ejemplo perfecto de vida, de la luz la paz del descanso, de las sombras el guerrero implacable.

Colma este mi espíritu, hasta que desparrame sus miedos, libera la criatura nocturna que vive en él, adéntrame en la noche, aventura sin igual.

Vivir, vivir intensamente sin miedo a la muerte, sin miedo a caer,  recorrer el cielo sin alas, saltar al abismo sin mirar sus profundidades.

No quiero vivir atrapado en el miedo, debélame los misterios de las sombras, dame el poder para vivir, y llegado el momento sucumbir siete vidas en una noche.


martes, 31 de julio de 2012

Estigmas




Bendiciones encuentro en el paso del tiempo, marcas que dejan los años sobre mí ser, testigos de una vida de lucha incansable, de fracasos y triunfos, de amores y sinsabores.

Líneas caprichosas cruzan la frente que día con día ilumina el sol, semblante que ha sido acariciado por el sudor, pautas donde se compuso una sinfonía de vida, un legado, una historia.

Mis ojos ahora son soles en plenitud que se mecen en mares de olas, en sus amaneceres soles de espejos de agua apacible, sal de las lágrimas, paso del tiempo, peldaños de esta escalinata.

Las manos que abrieron caminos, que golpearon sin piedad la cotidianeidad, ahora hogar de telarañas caprichosas que cortan lo que fue tacto suave, trampas que capturan éxitos.

Estas piernas que fueron mármol sedoso, que me impulsaron a alcanzar la cúspide, hoy cual robles gigantes contemplan las alturas de un cielo azul y claro.

De hilos castaños que encumbraron mis sueños, palidez, hilos de plata, pago en metal precioso que otorga la vida a este ser que aun no se ha cansado de vivir.

No hay tristeza más grande en este mundo, comparable a la de ver morir un libro sin escribir, un lienzo blanco sin pintar, un racimo de uva de vino sin criar…

¡Bendita vida, este ser sigue en espera de más estigmas! Profundiza tus designios, flagela este cuerpo que cual arcilla en tus manos adquiere carácter.

lunes, 23 de julio de 2012

Lazos de seda




Alas de rubí, agitan cadenciosamente sus formas invitando al deseo, madreperla, tesoro perdido en la profundidad.

Brillos lejanos se distinguen entre lazos de seda, estrellas en la noche nublada, faro de luz que invita a puerto seguro.

Aliento, ojo de tornado que me atrapa, seda,  hilos engendrados en la metamorfosis del bombyx mori que se incinera.

Metamorfosis, en tu ser alza el vuelo, despega vertiginosamente, se hincha, se despliega, se funde en la nada.

Punto de fuga, explosión, danza estrepitosa que busca el compás apacible, sensualidad que amarra el aire.

Lazos de seda suben y bajan por doquier, se adentran en el hálito, se purifican, se destiñen, lazos de seda envenenando mi ser.

Esquirla de daga, penetra, nubla, libera las aguas marinas que viven dominadas por las influencia de lunas eclipsadas.

Ladrona innata, hurtas la vida, el corazón se detiene si la mirada te pierde, pero en tu presencia el aire se enrarece y le contamina.

¿Mariposa de alas de rubí o arácnido? Confundes mi percepción, vuelas por doquier reflejando la luz en tus alas. Tejes lazos de seda, telaraña.

Ven a mí mariposa de rubí o arácnido, te entrego mi existir, destiñe tu rubicunda tez al posarte en esta carne pálida.

Déjame probar la pasión y el veneno de tus lazos de seda, déjame descubrir la verdadera esencia de tu ser...

lunes, 16 de julio de 2012

Nébula de Espectros





Nébula negra donde el tiempo y espacio se retuercen, ¡Insaciable bestia en hambruna! Saltas a mi ser  colapsando mi mirada, ¿Instinto o costumbre? Extiendo mis sentidos restantes a límites inimaginables, compacto mi ser a una intima fracción comprensible, respiro a contra voluntad tu aliento que aturde, y lentamente se paraliza mi ser.


Deslizamiento sosegado, bestia al asecho que al menor descuido engulle la luz en sus inmensas fauces, ¡Se despedaza y muere el color! Alteras mi mundo, sumerges mi ser en campos estériles, donde las flores no se ven, y el horizonte desaparece en monocromo, cantos de pájaros callan, y sinfonía lejana de espectros se deja escuchar por doquier, ¡Clamores que claman beneficencia!


Ultimo fulgor de sol, mueres en la molienda de donde se dispersan migajas lumínicas, poco a poco los vestigios de tu grandeza caen marcando el trayecto del dolor ¡Despojos, camino de luz en la oscuridad! Abismo inmenso se balancea sobre las cabezas de los mortales, premura que incita la búsqueda de refugio en el confort del lecho. 


Cancerbero inclemente, sumerges a todos los seres de este mundo en la oscuridad de tus entrañas, les buscas en el rincón más lejano, y sin distinción les debelas los paracitos, los espectros que viven en ti, seres engendrados en el calor de nuestro corazón, aberraciones que se alimentan de la psique, engendros que se fortalecen mientras duermen con la luz de la cotidianeidad.


 ¡Cruel bestia eres! Monstruo difícil de domar o de dar tregua, hipócrita promesa de descanso, sólo eres tormento y cáliz de lagrimas, ladrón inoportuno que bajo la mirada de la blanca perla palidece, más nunca le  detiene la pretensión de delinquir, testigo voyerista que se  difumina en el fuego de la pasión de los amantes, mas nunca te disipas, sólo esperas el momento para atacar.


En presencia de tu plenitud ¡Exclamaciones que piden auxilio urgente! Saciedad imposible de vislumbrar, dolor de cuerpos cansados que en la diurna existencia desquebrajan la musculatura, manos que forjan caminos hacia lo idílico, espectros lejanos que seducen, incitan, y descaradamente abofetean y escupen. ¡Doncellas malcriadas que requieren rienda que amanse! Espectros.


Huestes de espectros ¡Enredadera de cardos afilados! Cadenas que estrangulan y exprimen la vitalidad del cuerpo, lucha desigual donde el alma pretende ganar ¡Tormenta de imágenes! Relámpagos de luz que cortan las negruras del vacío, propósitos que pretenden ver el albor junto a nuestra mirada del nuevo día, luz del nuevo sol…


Minuto a minuto, nuevas almas perdidas en este paraje desolador, espejos estériles que carecen de esencia, victimas de espectros, victimas de sus pasiones. Hombres que en medio de esta negra nébula tratan vanamente de encontrar las pisadas de otros para usarles de guías,  alfas dignos a imitar ¡Perfección que tiene por nombre edén! 


El deseo de los hombres de alma en alma es igual. El oro debe rendirse ante sus pies, la plata escurrirse en súplica ante la mirada, los diamantes postrarse al paso, y el cielo en azul profundo engarzarse en sus cabellos que remolinean el viento. Pretenden que su voz sea designio, y que su mano apoyo primaria ¡Egolatría!

¡Nébula Embustera! Miserable ilusión, madre del inframundo, he caído preso de tus caricias, y tus hechizos que pretenden aliviar mi alma, tus espectros desgarran mi voluntad, roban mi cordura, roban una porción de mi existir, mi ser y mis congéneres alimentan tu etéreo cuerpo, ¡Espectros, cruel e infame nébula! 

miércoles, 27 de junio de 2012

El paso de Afrodita




De mañana, en tarde o noche, no hay distinción ni preferencia en el horario. Llegas sin previo aviso, llegas sin importar la edad del cuerpo o el alma.


Tu perfume fatídico, es la caricia que marchita el alma y descompone al ser. Maldición divina del alma. Bendición mundana de todos los cuerpos.  


Pasas de largo dejando estela seductora de neuronas, espejismo que incita y corrompe la razón. Titiritero que amarra las articulaciones  y  las mueve al compás del capricho. 


La Inhalación, preludio, sentencia mortal. Bocanada de aire que inunda las profundidades del cuerpo, hinchas los pulmones y obligas al físico despegar los pies del suelo. 


Torrente venenoso que se escurre directo al corazón,  dicotomía que desintegra una de las existencias, y obliga a la búsqueda del complemento.


Alba y crepúsculo, transformas la realidad en terreno desconocido.  De suelo firme creas la arena movediza, y de barrancos el puente traicionero.

Robas el sueño de todas tus victimas dejando en su lugar insomnio y tormento. Hoguera infernal que arroja brasas ardientes, hieres, flagelas, marcas.

Inspiras sueños, inspiras pesadillas…  eres veneno que al consumirse por primera vez, encarnas la adicción insaciable, el infierno y el paraíso


Por doquier salpicas las pieles con profundas llagas, que sólo encuentran alivio en el tacto ajeno. Sed, hambre, deseo insaciable que se renueva.

Labios que prueban mieles, se saturan, se pierden en la bastedad de la piel, se funden en la igualdad del deseo, del sueño, del ecuánime.

Piel a piel, sangre a sangre, alma al alma, se buscan, se necesitan, se desean, se consumen, se extinguen,  se inmortalizan en la eternidad.

Dotas  de magnetismo incontenible, a los dedos, a los ojos, a los labios, a las libídines. Rompes las reglas de lo lógico, del tiempo y del espacio.

De polos opuestos, de polos iguales, donde uno, donde dos, donde tres… no hay distinción, todo sucumbe y es permitido en tu candor.

Despojas  por igual la prenda fina y el harapo de la piel,  blanca o negra, el color no importa, tersa o cortada por el tiempo, la necesidad es igual.

Miles te buscan sin encontrarte en su diario recorrer, miles más pretenden esconderse sin lograrlo, y muchos más vivirán sin saber de ti.

Saturas de luz a quienes  te comparten y se corresponden,  sumerges en el infierno a quien se aferra al imposible o inexistente.

Eres adicción que funde parejas, concibe amantes, voyeristas, y almas solitarias. Contigo la continuidad, sin ti la extinción…

Diosa o demonio, tu paso por la senda de la vida es total, dichosos los que viven de tu mano, y comen regocijados de tus manjares.

Demonio o diosa, almas dichosas de aquellos quienes pasas sin perturbar, de quienes olvidas, de quienes ignoras….

Jamás tu tormento conocerán.

viernes, 25 de mayo de 2012

Señor del Altiplano


Señor del altiplano,  en tus dominios mi vida y mi futuro descansa.
Penacho blanco que engalana el cielo azul, bendiciones que nutren
las tierras de tu comarca.

Vigilas cual perro fiel a tu doncella inmaculada, señora clemente.
Sueño blanco de tiempos vetustos que fresco vive en las mentes.
¡Historia de amor verdadero!

De tu entraña el fuego de una pasión, de tu garganta el tremor,
de tu corona mato blanco de hielo; río que dispersas a tus pies,
agua fresca colmada de pureza.

Milenios en tus hombros descansan. Testigo tácito de la historia.
El nacimiento de un águila, su crianza y su despegue hacia el cielo,
¡Eso y más has presenciado señor!

Cinco mil cuatrocientas cincuenta y dos medidas para tu gloria;
margen límite de la liberación de tu rabia ciega en forma de fuego,
fuego destructor y de renovación.

Valiente guerrero de leyenda que el destino robara la vida de su amor.
De tu sacrificio, la misericordia de los dioses antiguos, y la inmortalidad. Montaña humeante Popocatépetl.

Tus temperos vigilan el sueño que te mantiene apacible; tu pueblo teme,  y guarda tu despertar violento. De dos ciudades un sólo nombre actual, ¿Llegaremos a ver un tercero sumado?

Ho Señor del altiplano mexicano,  difícil de concebir estas tierras sin ti, sigue vigilando desde las alturas el transcurso de nuestras vidas, pero, llegado el momento ¡Tennos piedad!

martes, 13 de marzo de 2012

Aire




Inhalo corriente vital que viaja centellante en las periferias de mi ser, contemplo sus chispeantes jugueteos entre hojas, nubes, y todo cuanto se deje seducir por su toque trascendente.

Alegría y regocijo,  de los días de primavera, donde ríos de albor dan vitalidad a peses multicolores que vacilantes se jalonean de las manos de quienes en tierra les prendan.

Furia de mi ser, de días de verano atroz, lava humeante que danza serpenteando en el horizonte, toque que abrasa la delicada piel, escamas rojas que se secan en la quietud.

Zozobra y sosiego,  de las noches de otoño, corriente fría que precipita la muerte desde las alturas donde antes vida fue,  festín  de sepia que nutre a la madre tierra.

Tristeza y dolor,  de las largas noches de invierno, donde cuchillas afiladas rebanan mi tacto, y roban de los nidos su calidez, humo blanco que seca planicies y cerros.

Corriente vital, capricho de la naturaleza, suave y sutil, salvaje y descarada, desde las alturas hasta las profundidades, te destiñes por tus extremos pero aferras en tus centros.

En ti flotan las alas de tus hijos, sostienes la barca y reino de un creador, inundas los cuerpos vivos,  y le das voz al poeta y a quienes en cantos enturbian tu cristalino ser. 

Llevas mensaje de creación y destrucción, sin ti poco existe en vida, en la profundidad de la nada te pierdes en la perfección de lo descomunal, lo efímero, lo desconocido.

Somos prisioneros de una esfera en la eternidad, de ella tu reinado creas, y sometes la vida a tu designio.  Nacemos con un primer trago, morimos con el último.

Divino ropaje que acaricia y da sensaciones mil, invisible pero constatable. Me arrodillo ante tu poder y grandeza,  calma esta sed insaciable de ti,  aliméntame un día más…

viernes, 10 de febrero de 2012

Nupcias con la muerte




Fiel compañero, pieza divina que pretende engarzarse a mí tacto, anillo místico, ¿Cuántos han querido escapar de ti? nunca puedo apartarme de tu vigilante fulgor, noche a noche me seduces, me acaricias, me sumerges en tu inerte esencia, y dejas a mi ser por un momento acompañarte. 

Vigilas mis pasos, tomas mi mano y me guías por caminos que llevan a tu encuentro, gracioso sonríes, y ante mis ojos radiantes desnudas tu presencia, sutil y descarado, amante de miles de formas y rostros, especial y absoluto, único e irrepetible, eres medida justa y única de todo ser.

Tus fríos destellos, me recuerdan las partida de tantos que ame, ¡Te repudio y maldigo! Por haberles amado antes que a mí. Tu frio tacto, me recuerda la partida de tantos que odie, ¡Te agradezco y bendigo!  Vivo consiente de tu presencia, pero ignoro tus designios.

Soy el mozo que teme el momento en que se perderá en ti, guardo los días en que me atormentas en la oscuridad de mí ser, tus memorias se entierran en el corazón y en la mente, pero les cubro de cotidianeidad para existir en aparente paz, frio en apariencia, en tacto, en esencia.

Eres tesoro para el que sufre, eres maldición para el que te reniega, eres voto fiel que no desprecia a nadie en este mundo, vida ceremonial cotidianeidad de lectura de pasajes y cosmologías, preparen el alma para su entrega final,  preludio de la consumación donde este amante se despojara de la carne viva.

martes, 31 de enero de 2012

COPA DE CRONOS



Vida rebosante en fracción de esta copa sagrada, me dejas beber de ti colmando mis sentidos de delicias, ¡Con descaro! Tu precio es el tormento de mi mente.

Contemplo tu inmensidad, miro mi pequeñez, ¡Eres copa perversa! Eres pieza en el banquete que me brinda este mal anfitrión, que vestido de eternidad y sabiduría, seduce mis oídos con sus palabras extrañas y familiares a la vez.  

Con su distintiva galantería me ofrece una plaza frente a miles de exquisiteces, pero sólo unas cuantas me son permitidas a degustar, ¡Nunca pregunta por porción! De momento ofende mi mirar con atiborrados platos, y otros tantos, me deja apenas migajas de lo que anhelo.



Copa efímera e intangible, pero real en la conciencia de todos los hombres, el voyeurismo de los historiadores no sacia  su escrutinio,  se empeña en encontrar todas tus intimidades.

Te tengo en mis manos, te bebo a siegas, no sé si eres colma para mi, o eres fracción de tu opulencia, ¿Maldición o bendición? Sólo en el ocaso de mi vida lo sabré.

Copa bendita, copa maldita, en ti las vidas de millardos han desfilado, miles más pasaran, y tú sólo te renovaras cual sonrisa en la luna, paciencia tu virtud, eternidad tu característica.

Expectativa guardas por un nuevo comienzo engarzado de un final, cadena de fénix, que se extiende por este mundo atrapando los tobillos de la humanidad.