¡Lo que me inspira!

martes, 31 de enero de 2012

COPA DE CRONOS



Vida rebosante en fracción de esta copa sagrada, me dejas beber de ti colmando mis sentidos de delicias, ¡Con descaro! Tu precio es el tormento de mi mente.

Contemplo tu inmensidad, miro mi pequeñez, ¡Eres copa perversa! Eres pieza en el banquete que me brinda este mal anfitrión, que vestido de eternidad y sabiduría, seduce mis oídos con sus palabras extrañas y familiares a la vez.  

Con su distintiva galantería me ofrece una plaza frente a miles de exquisiteces, pero sólo unas cuantas me son permitidas a degustar, ¡Nunca pregunta por porción! De momento ofende mi mirar con atiborrados platos, y otros tantos, me deja apenas migajas de lo que anhelo.



Copa efímera e intangible, pero real en la conciencia de todos los hombres, el voyeurismo de los historiadores no sacia  su escrutinio,  se empeña en encontrar todas tus intimidades.

Te tengo en mis manos, te bebo a siegas, no sé si eres colma para mi, o eres fracción de tu opulencia, ¿Maldición o bendición? Sólo en el ocaso de mi vida lo sabré.

Copa bendita, copa maldita, en ti las vidas de millardos han desfilado, miles más pasaran, y tú sólo te renovaras cual sonrisa en la luna, paciencia tu virtud, eternidad tu característica.

Expectativa guardas por un nuevo comienzo engarzado de un final, cadena de fénix, que se extiende por este mundo atrapando los tobillos de la humanidad.

miércoles, 4 de enero de 2012

Acuarela



Gotas de tinta vacilantes en el mar de mi pensamiento, con cada noche promesa de matices nuevos y creación efímera. Galería de escasos segundos que sumados representan una vida, porción intangible de una existencia.

Centellas rompen la oscuridad de la capa celeste, anuncio previo al arribo del artista. Litigio se vive en mis sentidos por mantenerse encendidos, cruzada titánica de ímpetu malgastado, ¡No hay fuerza que se oponga a las leyes de la noche!

La conciencia se rinde ante la fragancia de la galantería del sueño, me sumerjo, me diluyo, me pierdo. Los primeros trazos aparecen en el lienzo de la nada, son infinitos, son indestructibles, son ilógicos, son enigmáticos, son arte viva.

Mis lágrimas sintetizan el diluyente de la maestría, ¡Esencia del creador y el trampero! Humores de mis alegrías, de mis tristezas, de mis rabias, de mis logros, de todo momento que se encajó en mi corazón cual espina de placer o dolor.

Gotas de tinta vacilantes en el mar de mi pensamiento, con cada noche promesa de matices nuevos y creación efímera. Galería de escasos segundos que sumados representan una vida, porción intangible de una existencia.

Se colman en mansas y claras aguas, donde se crean vetas brillantes que se deslizan cual pluma en el aire, se extienden por doquier en falanges de formas caprichosas y delicadas, por su levedad flotan libres matizando todo a su paso.

Refulgente bóveda  mental, ¡Tesoro exquisito  que se renueva con la suerte! Te engalanas con paisajes  fantásticos, prístinos y apacibles. De tus trazos surge la vida  de entelequias  complejas, que en ocasiones se permutan en realidad imperfecta.

Gotas de tinta vacilantes en el mar de mi pensamiento, con cada noche promesa de matices nuevos y creación efímera. Galería de escasos segundos que sumados representan una vida, porción intangible de una existencia.

Se colman en aguas tempestuosas y embravecidas, donde  trazos se cortan y pierden en remolinos, saturas con negra  homogeneidad todo color  vertido, penumbra profunda difícil de discernir, mancha oscura que se propaga.

Oscura bóveda mental, ¡Lúgubre  punto de fuga que se ensancha de vez en cuando! Te conviertes en apocalíptica estampa, donde el terror y la ansiedad te alimentan. En tus grotescas pinceladas se alberga la prisión de mi ser y el lastre de mi alma.

Trazos y matices coloridos engalanan mi mente, y otras tantas ocasiones le subrogan profundos saturados negros. Artista incansable, desconocido autor de mis quimeras y congojas, con cada despertar mueres, y renaces con mi letargo.